En México, el promedio diario de homicidios dolosos ha experimentado una disminución significativa del 6,9% entre 2023 y 2024, lo que representa un avance en los esfuerzos del país para reducir la violencia. Esta cifra fue dada a conocer por Marcela Figueroa, secretaria ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública, quien destacó que, a pesar de la disminución, la situación sigue siendo preocupante. En términos generales, el promedio de homicidios diarios en México ha bajado un 18,1% desde 2019 hasta la fecha, lo que sugiere que, aunque la violencia persiste, se están logrando progresos importantes en la contención de este tipo de delitos.

A pesar de estos avances, la violencia sigue siendo un fenómeno concentrado en algunas regiones específicas del país. Según los datos más recientes, aproximadamente la mitad de los homicidios ocurridos en lo que va de 2024 se concentran en siete estados del país. Estas entidades, que son responsables de casi el 50% de los homicidios reportados, incluyen a Guanajuato, Baja California, Estado de México, Chihuahua, Jalisco, Guerrero y Nuevo León. Estos estados siguen siendo puntos críticos en el mapa de violencia, con Guanajuato liderando la lista con 2,852 homicidios, lo que representa el 10,3% del total de asesinatos registrados hasta ahora en el año.

En total, hasta el momento se han reportado aproximadamente 27.560 homicidios dolosos en lo que va de 2024. Aunque la cifra sigue siendo alarmante, la disminución en el promedio diario de estos crímenes indica que las políticas de seguridad y las estrategias implementadas por el gobierno parecen estar teniendo un impacto positivo, al menos en términos de reducir las tasas de homicidios a nivel nacional.

No obstante, la situación sigue siendo compleja, ya que la violencia en estas regiones no solo afecta a las víctimas directas, sino que también tiene repercusiones sociales y económicas profundas. La inseguridad sigue siendo un desafío clave para el país, y las autoridades continúan trabajando para fortalecer las estrategias de prevención y respuesta ante el crimen organizado y otros factores que alimentan la violencia.

A medida que los datos continúan reflejando avances, las autoridades mexicanas mantienen un enfoque en mejorar la seguridad, especialmente en los estados más afectados por el crimen, y en lograr una reducción más sostenida en los homicidios. Sin embargo, el camino sigue siendo largo, y la colaboración entre el gobierno, las fuerzas de seguridad y la sociedad será fundamental para lograr un ambiente más seguro en todo el país.